La consecuencia más devastadora de la globalización ha sido la pérdida de identidad que supone la estandarización de los pueblos y de las culturas.
Todos los rasgos caracteres que han ayudado a conformarlos, están quedando en apenas unos años reducidos a cenizas en nombre del progreso y de la modernidad. Detrás de la llamada multiculturalidad se está perdiendo la verdadera esencia y riqueza de cada cultura, que radica precisamente en que sea propia y diferente.
Nosotros, orgullosos de nuestra herencia y de nuestro patrimonio, estamos decididos a dar batalla a quienes quieren quitarnos nuestras raíces y hacer olvidar lo que somos.
Nuestro ideal es la Reconquista, y lo vamos a llevar a cabo. Para poder seguir siendo lo que hemos sido siempre y que nuestros hijos también puedan serlo.
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