miércoles, 28 de marzo de 2012

A vueltas con los chinos


No es novedad que los comercios chinos se salten a la torera las normativas vigentes con respecto a horarios de apertura y cierre; eso es algo que sabe todo el mundo. Lo nuevo es que por fin los comerciantes empiezan a dejar de lado los ridículos complejos que la progresía y el ultra liberalismo les han inculcado, ellos que siempre defendieron los derechos de los foráneos sobre los de casa, y empiezan a alzar la voz en defensa de un comercio legal y un trato igualitario.

La otra novedad es que el gobierno, ahora de derechas, atiende las quejas de los cada vez más minoritarios minoristas, al tiempo que tienen programado un nuevo gran centro comercial en el frente marítimo. Al loro, amigos comerciantes chinos, se hace saber que el Gobierno Regional anuncia medidas, a partir del próximo domingo, sí, del próximo domingo, por si no se han enterado bien. Vamos, como ir a pescar truchas a la bahía…

Nosotros aprovechamos la ocasión para volver a dar nuestro punto de vista sobre el asunto, ya que creemos que el tema de los horarios es solamente la punta del iceberg. Lo que implica el “made in china” y su parasitario modelo de expansión económica es algo bastante más grave que el gran perjuicio que causan a nuestro pequeño y mediano comercio.

El comercio chino que, por una parte se basa en la cultura del esfuerzo, cosa loable, no depara beneficios al país que los acoge. Es por ello que se le puede considerar un comercio parasitario que aspira a eliminar la competencia local con productos obtenidos en su propio país, elaborados bajo unas condiciones laborales infrahumanas y por lo tanto conseguidos a unos precios que nunca podremos igualar en Europa si no queremos perder de un plumazo las conquistas sociales y laborales obtenidas a lo largo del siglo pasado que están siendo liquidadas en el presente. Productos procedentes de un régimen en el que la esclavitud infantil está a la orden del día, donde se compran y se venden niños para ponerles a producir en campos de trabajo como si fuesen ganado. Un país que ha perdido su ética y sus tradiciones y contamina todo lo que le viene en gana perjudicándose no solo a sí mismos, sino a todo el planeta y hace caso omiso a las continuas advertencias internacionales; poco les pueden hacer si son dueños de la deuda de todos esos países.

Además dichos productos suelen ser de ínfima calidad y es muy dudoso que puedan superar las duras exigencias europeas. Por otro lado, los beneficios de este comercio revierten en el país de origen casi exclusivamente.

Sabemos que a nuestros gobernantes, los de izquierdas, los de derechas y los de extremo centro,  les importa todo esto bastante poco, nada han hecho por cambiarlo y nada van a hacer. Nosotros no queremos ser cómplices y solo nos queda concienciarnos y tratar de actuar consecuentemente para resistir estas agresiones, evitar sus tiendas, evitar sus productos y apoyar a nuestros comercios, que son los que verdaderamente necesitamos para que España pueda tener futuro.

Por último, cabe preguntarse si las repentinas inspecciones tendrán que ver con las quejas de los comerciantes de Santander o si tendrá que ver con que el nuevo modelo de comercio chino de enormes superficies llenas de morralla se convierta en un rival peligroso para Cortes Ingleses, Carrefoures o Eroskis. Saquen sus propias conclusiones. 

Noticias relacionadas:



************************************ 

Al hilo, interesante artículo aparecido hace tres años en El Diario Montañes: "La China está cerca"

lunes, 26 de marzo de 2012

«Tenemos miedo de que nuestro barrio se convierta en un gueto»


La Inmobiliaria es uno de los barrios más populosos de Torrelavega y el que tiene más inmigrantes. La Asociación de Vecinos teme que termine convirtiéndose en un gueto. Eso es lo que dice su portavoz, Juan Carlos Gutiérrez, que dedica su vida a la lucha vecinal desde hace 25 años. El mayor obstáculo no son ni el racismo ni la xenofobia, sino «la convivencia».

-¿Cuál es el principal problema del barrio?

-La acumulación de inmigrantes. Los políticos no pensaron en los problemas que se podrían generar al llenarse muchos pisos que estaban vacíos con gente de fuera. El principal problema es la convivencia, el día a día en las casas, las escaleras... Hay vecinos que dejan la basura en la puerta de casa, vocean a altas horas de la madrugada, viven casi todo el día en la calle...

-¿Cuántos inmigrantes hay en La Inmobiliaria?

-El barrio tiene 9.000 habitantes, de los que 2.000 son inmigrantes censados. Además, hay que contar los que no tienen papeles y los alojados en el Centros de Extranjeros. En La Inmobiliaria convive una treintena de nacionalidades. Tenemos miedo de que se convierta en un gueto.

-¿Qué hacen cuando surge un problema de convivencia?

-Acudimos a la Oficina Municipal de Interculturalidad para que ellos, que son profesionales, expliquen a las personas que están haciendo algo mal como funcionan las cosas en nuestra sociedad.

-¿Falta seguridad?

-En nuestro barrio vive gente mayor y algunos tienen miedo. Hay más casos de violencia que antes y la Policía suele acudir rápido cuando la llamamos, sobre todo la Nacional. Hay una sede de la Policía Local, pero siguen sin pisar la calle.

-¿Se trafica con drogas?

-Sí, hay focos y la Policía parece que los tiene controlados.

-Es un panorama poco alentador...

-Bueno, de momento, los problemas no son graves. La gente mayor del barrio no estaba acostumbrada y nota cierto temor cuando se cruza en la acera con grupos de inmigrantes que se concentran y viven muchas horas en la calle. La crisis aprieta y no hay trabajo.

-Al ser más habitantes, el barrio necesitará nuevos servicios.

-Efectivamente. La llegada de esta gente ha incrementado la necesidad de servicios en el barrio, que siempre ha carecido de ellos. Ahora se necesitan más aparcamientos, zonas de esparcimiento, limpieza, actividades, etc.

Seguir leyendo en El Diario Montañés.

jueves, 15 de marzo de 2012

Menos ciudades inteligentes y más alcaldes inteligentes

Viene ello a cuento del ya cansino asunto del Centro de Arte Botín; y es que de vez en cuando el Alcalde de Santander saca los pies del tiesto con este tema que ya nació atado y bien atado. No pierde ocasión de mostrar su lado faltón cada vez que puede meter la puya de la insoslayable necesidad del dichoso centro, y de la intrínseca maldad de aquellos que no lo creen tan necesario o que, creyéndolo útil, no comparten la idoneidad de  su ubicación. Y es que para plantar el adefesio de Piano en medio de la bahía no hace falta tanta comedia. En resumen esto ya nació como hecho consumado, la decisión de su construcción y la ubicación del mismo. Iñigo de la Serna ha actuado como un simple mandado y, ahora, pretende que todos veamos sí o sí al rey desnudo cubierto de hermosas pieles. Para ello no escatimaron en infografías, eso sí un poco lejanas y desde lo alto, además de montar una exposición para hacer ver a los incautos que por allí se pasasen lo que ellos querían que viesen; otras infografías hechas por personas ajenas al proyecto muestran claramente el impacto del mamotreto renciano en la bahía, de tal modo que es difícil discernir que iba a ser más impactante si los molinitos que se pretendieron instalar al otro lado o este estorbo en medio del paseo marítimo. Desconocemos si alguien de la plataforma que se opone a la ubicación en dicho lugar lo hace por llevarle la contraria al señor alcalde sin más, pero el hecho es de que por mucho que se empeñe Iñigo de la Serna ni esa actuación es absolutamente necesaria, ni mucho menos estética. Que el “Club de las bahías más bellas del mundo” diga que “es un ejemplo en su relación con la naturaleza y la sostenibilidad” tiene el mismo valor que si lo dice el encargado del rincón del gourmet; Doña Bahía de ST. Michelle o Doña Bahía de Rosas no han abierto la boca para nada, y lo que diga una especie de lobby lúdico-festivo sobre lo que los santanderinos tienen o no tienen que pensar vale menos que la palabra de Revilla.

Pero es el propio alcalde el que por su propia incontinencia o su afán en hacernos comulgar con ruedas de molino da las claves para, como mínimo, escamarse. En Tribuna publicada por el diario El Mundo el 29 de enero del presente año, el alcalde de Santander se pasa de frenada y en medio de generalidades por demostrar y visiones de futuro por ver, saca conclusiones que, como poco, parecen ilusorias cuando no disparatadas.

Concluye Iñigo que Santander gana y que lo hace porque con el Centro va a desaparecer la valla que separa el puerto de la ciudad y que impide al sufrido santanderino disfrutar del espacio que ahora se utiliza para aparcar los coches del Ferry. ¿Estará el bueno de Iñigo diciendo que para tirar una valla hay que construir un edificio? ¿Apoya César Díaz esta supuesta obligación urbanística? Sinceramente un párvulo no hubiera dado excusa tan tonta.  Para ampliar un jardín o soterrar el tráfico no hace falta tanta vuelta, pero es que además quizá no se necesite que los Jardines de Pereda doblen su extensión, y mucho menos que para cruzar Santander tengamos que meternos en una madriguera en lugar de contemplar la bahía de la que tan orgullosos estamos, se supone. Y es que poner un obstáculo entre la ciudad y el mar hace complicado explicar desde el sentido común eso de “estrechar el vínculo de la ciudad con el mar”.

Por otro lado, la supresión de zonas abiertas al tráfico deberá llevar al Consistorio a rebajar o retirar el cobro de impuestos sobre circulación de vehículos porque comer y sorber sigue siendo muy difícil de compaginar.

Y llegamos a la cuestión económica, y aquí se moja lo justo. La Fundación Botín regala 77 millones de euros, así sin más, y el referido edificio va a crear puestos de trabajo y generará actividad económica. Así, sin más, sin comprometer una cifra, aunque sea aproximada. Reitera que el edificio se va  a hacer en el muelle de Albareda porque el proyecto encargado era para ese sitio y porque se dan ventajas que no se dan en otros lugares, así, sin otra explicación. Es enternecedor cuando se pone melifluo: “…se generarán nuevos espacios culturales al aire libre”; si alguien lo entiende que lo aclare. O aquello de “…su cercanía al centro urbano potencia su valor como elemento generador de actividad y de creador de sinergias con sectores productivos, como el comercio y la hostelería”. Arrebatador.

Por supuesto deja claro que los visitantes del Centro vendrán en barco y por tanto eso hace del lugar elegido el idóneo.

En román paladino: De la Serna dice que los que vengan a ver el Guggenheim santanderino son guiris que viene de crucero, que se van a quedar en Santander por lo que pueda mostrarse en el local en cuestión, y que después van a deja los bares sin cerveza, las tiendas sin una camisa que vender y hasta Godofredo hará su agosto los días de lluvia.

Lo que cuesta creer es la preocupación del señor alcalde por el comercio y la hostelería local cuando les va a endosar un gran centro comercial, con parking y todo, muy cerquita del Centro Botín, como se contempla en la renovación del Frente Marítimo. Esos sí que se van a beneficiar del chanchullo.

Pero cuando se pone verdaderamente insoportable el señor alcalde es cuando se echa en brazos del delirio cultural, y es que en ese campo, el PP en general, el Ayuntamiento de Santander en particular e Iñigo de la Serna y su equipo en especial, perdieron el norte hace mucho tiempo. Si algo define a la política cultural del Ayuntamiento de Santander es la chabacanería, el mal gusto, la ordinariez, hasta el punto de que el mayor logro del actual alcalde es el desarrollo de la cultura del mercadillo temático, donde basta cambiarle el gorro al hippy y nos transportan a Roma, a la Edad Media o a un puerto de bajura. Quizá ampliando los jardines de Pereda y soterrando el tráfico quepan más haimas donde el olor del incienso se confunda con el del hachís.

Santander no está para historias. Santander pierde población a pasos agigantados y las salidas laborales que se le presentan a los licenciados y no licenciados son casi nulas. Por eso lo que debe hacer la Fundación Botín con esos 77 millones es relanzar la industria, la producción en la ciudad y sus alrededores porque con campeonatos de vela y soterramientos de tráfico no se come o se come unos meses. No basta con vaguedades, se le deben exigir al Alcalde de Santander cifras, cifras contrastadas de cuánta gente va a venir a visitar el Centro, y no sólo el primer año, sino en la próxima década o en los próximos veinte años; cuántos puestos de trabajo directos va a crear, de qué calidad y cuánto van a durar; cuántos puestos de trabajo indirectos se prevén; cifras que sirvan para poder decirle en el futuro que ha sido un genio o un impostor que sólo sirvió a la voz de su amo.

Por mal camino va si liga el éxito de un espacio dedicado a la cultura y al arte a si está ubicado en un lugar o dos kilómetros más allá. Los espacios de referencia en el mundo del arte no dependen de si se asoman a un río o a la costa, dependen de lo que tienen que ofrecer, de su atractivo per sé, y por tanto pueden servir para poner en valor zonas de la ciudad que hasta el momento sólo han servido para expansión urbanística y que están vacías de contenido. Pero si lo que le gusta al inspirador de este desmán es la ubicación, nosotros le proponemos otra que, sin duda, será de su agrado. La Fundación Botín podría ahorrarse un pastón, aunque luego desgrave menos, si consigue que su mentor ceda a la ciudad de Santander el uso del noble edificio que acoge las oficinas centrales del Banco de Idem, de manera que sigue teniendo vistas al mar, no estorba y nos ahorramos la tarifa del Renzo, promocionamos los bares y las tiendas y sigue dentro de la estupidez esa de la milla cultural ahora reconvertida en anillo. Por supuesto el Ayuntamiento facilitará en lo posible la construcción de otra sede del Banco en el extrarradio e incluso una línea de autobús que lleve hasta ella a sus clientes.

Señor de la Serna, esto se hará porque así se ha ordenado y así se ha decidido pero deje de remover la mierda, porque huele,  y corra un tupido velo hasta el día en el que, acabada la calle Marqués de la Hermida tengamos que meternos en una topera para llegar a Puertochico mientras los hippys, en superficie, nos venden abalorios, chocolate y baratijas, entre efluvios adormideros.

De millas y anillos, en otro momento.

Moroto

martes, 13 de marzo de 2012

Pedro Varela ya está en libertad

El pasado jueves 8 de marzo cumplió su condena hasta el último minuto, hasta el último segundo, Pedro Varela Geiss. El dueño de la Librería Europa de Barcelona salió del penal de Brians donde pagó con quince meses de su vida por proclamar la verdad, por ser un espíritu verdaderamente libre, por ejercer su libertad de creencias, opinión, expresión y edición. En definitiva, cumplió hasta el último minuto, hasta el último segundo, como preso político de la democracia española en su rama más putrefacta, la democracia catalana.

Un caso único que desgraciadamente ha sido conocido por muy poca gente en España gracias a que los medios de desinformación lo han silenciado o lo han tratado de esa manera tan cínica, tan falsa y tan descarada como sólo El País sabe hacer. A poca gente se le pasa por la cabeza que en pleno siglo XXI alguien pueda ser condenado por investigar y difundir informaciones u opiniones por el mero hecho de ser diferentes.

Durante este tiempo, las campañas y concentraciones a favor de la libertad de Pedro Varela y la derogación de cualquier ley que vaya en contra de la libertad de expresión no han cesado en distintos rincones de nuestra geografía; han sido prácticamente el único altavoz del que se ha podido disponer para dar a conocer el vergonzoso caso de Pedro Varela a la sociedad.

Algunos miembros de la Asociación Cultural Alfonso I de Cantabria quisimos estar en Barcelona para recibir a Pedro Varela a la salida de la cárcel donde pudimos comprobar que, a pesar de los esfuerzos de los funcionarios y autoridades carcelarias, no han podido doblegar la voluntad de un hombre convencido de sus ideas, convencido de su labor y dedicado al más noble de los oficios, el de librero, a pesar de la persecución y de la violencia que se ejerce contra él. Pedro Varela se ha revelado de nuevo como lo que siempre ha sido, un hombre de honor, un caballero en un mundo de puercos.

jueves, 1 de marzo de 2012

Carta enviada al concejal de Izquierda Unida de Reocín

Santander, 13 de febrero de 2012

Si el nivel intelectual de nuestra clase política va acorde al de su nivel moral, en la izquierda resulta de una impudicia insultante.  Que para ocupar el cargo de concejal e incluso de ministro, no se precise del más mínimo requisito  no les da derecho a castigar a los españoles con la primera idea peregrina que se les pase por la cabeza, porque ya es suficiente con padecerles como para que, además, tengamos que soportar sus ocurrencias más disparatadas.


Me resisto a  creer que con la que está cayendo, con las dificultades que atraviesan muchas familias, con los recortes de derechos que se están llevando a cabo y con la dramática situación del consistorio de Reocín en particular, al concejal de IU en dicho ayuntamiento sólo se le ocurra acudir a la prensa por el malestar que le supone que un vecino del municipio ponga en su casa lo que le parezca.

Ir por la vida tirando de cuatro consignas de nivel de primaria, tan falsas como ruines, tiene estas cosas, y, aunque de todos es conocido el talante de los tardocomunistas españoles, no deja de sorprender su insistencia en “meterse” en las casas de la gente para decir lo que deben o no deben hacer.

“Atropellar” la democracia no es poner una u otra bandera, atropellar la democracia es propugnar y apoyar la ocupación de las calles y espacios públicos al margen de la legalidad, léase 15M, atropellar la democracia es acudir a jalear a un juez corrupto y prevaricador mientras se insulta a las más altas instancias judiciales del país, como hacen sus dirigentes y compañeros de partida, y atropellar la democracia es que reaccionarios como usted, que está en el 36, pretendan acabar con la libertad de pensamiento, palabra y obra mientras han compadreado con sujetos de la peor calaña, como el caso de grupúsculo violento, separatista y filo etarra  “Regüelta”.

Como representante de una asociación que lleva a cabo “manifestaciones fascistas”  y “actos de ensalzamiento del fascismo y de sus caras amables”, me tomo muy en serio la amenaza de sus cachorrillos. Deben de aburrirse mucho y las ganas de trabajar deben ser más bien pocas, pero en la Asociación Cultural Alfonso I estamos dispuestos a debatir sobre cualquier aspecto político o histórico que a ustedes les pueda preocupar; quizá alguna de sus acémilas pueda ser aún recuperable para España.

Comprenderá que lecciones morales de quien presume de defender las actuaciones del abyecto gobierno frentepopulista setenta y cinco años después, no vamos a aceptar; los que  fomentan los tribunales populares, la anti Patria y las demás memeces a las que han tenido que agarrarse tras el estrepitoso fracaso del comunismo a nivel planetario, que diría la Pajín,  son el verdadero peligro para la democracia y la convivencia; los que pretenden amparar sus mentiras tras leyes arbitrarias, los que no tienen empacho en asesinar niños en el vientre materno y promover las mayores aberraciones imaginables como modelo de comportamiento, son el verdadero peligro social. Por tanto, más que la bandera de España lo que debería preocuparle es que delante de un colegio pudiera haber una sede de un partido político, máxime si es del suyo o del PSOE.

Por último una lección gratuita: la bandera que le quita el sueño es absoluta y acrisoladamente constitucional; dos franjas rojas horizontales y una güalda en el centro el doble de ancha. El escudo que sobre ella aparece no es el oficial, aunque lo fue hasta el año 81; pero el escudo viene regulado por Real Decreto y puede cambiarse según las circunstancias. Por tanto, constitucional pero no oficial. Frente a esto, la bandera que acompaña la mayoría de los actos de Izquierda Unida y que ondeaba en su sede de la calle Cisneros de Santander hasta que tuvieron que malvenderla por manirrotos y pésimos gestores, es manifiestamente inconstitucional porque representa un modelo de estado felizmente superado gracias al tesón de los españoles y al compromiso de su Ejército, que cumplió con su mandato legal. Comprendo que todo esto choca con sus consignas pero la realidad es la que es por mucho que se la oculte.

Y una segunda lección, también gratuita, el gobierno del Frente Popular amparó a las fuerzas desintegradoras nacionales, separatistas catalanes y vascos, abandonó el orden público permitiendo y fomentando asesinatos y destrucciones y persiguió a la oposición hasta el punto de asesinar a su jefe; ante este quebrantamiento sustancial de los compromisos constitucionales, el Ejército hizo cumplimiento de la Ley Constitutiva de 1878, en vigor entonces, que le facultaba para defender a la Patria de enemigos interiores y exteriores. Asimismo, su Ley Orgánica de 1889 le obligaba a garantizar la independencia e integridad de la Patria. Por tanto, todo escrupulosamente dentro de la ley por más que ustedes, por ignorancia, mala fe o ambas cosas, se empeñen en otras cosas más acordes con su talibanismo.

Sin más, rogándole que no pierda su precioso tiempo en cosas que obviamente desconoce y lo emplee en sacar adelante su ayuntamiento, que buena falta le hace, se despide éste que se considera ciudadano libre, buena persona, amante y estudioso de nuestra historia y español por encima de todo y, por tanto, en su estrecha mente, fascista

SINFORIANO BEZANILLA.
Presidente de la Asociación Cultural Alfonso I de Cantabria.