jueves, 1 de marzo de 2012

Carta enviada al concejal de Izquierda Unida de Reocín

Santander, 13 de febrero de 2012

Si el nivel intelectual de nuestra clase política va acorde al de su nivel moral, en la izquierda resulta de una impudicia insultante.  Que para ocupar el cargo de concejal e incluso de ministro, no se precise del más mínimo requisito  no les da derecho a castigar a los españoles con la primera idea peregrina que se les pase por la cabeza, porque ya es suficiente con padecerles como para que, además, tengamos que soportar sus ocurrencias más disparatadas.


Me resisto a  creer que con la que está cayendo, con las dificultades que atraviesan muchas familias, con los recortes de derechos que se están llevando a cabo y con la dramática situación del consistorio de Reocín en particular, al concejal de IU en dicho ayuntamiento sólo se le ocurra acudir a la prensa por el malestar que le supone que un vecino del municipio ponga en su casa lo que le parezca.

Ir por la vida tirando de cuatro consignas de nivel de primaria, tan falsas como ruines, tiene estas cosas, y, aunque de todos es conocido el talante de los tardocomunistas españoles, no deja de sorprender su insistencia en “meterse” en las casas de la gente para decir lo que deben o no deben hacer.

“Atropellar” la democracia no es poner una u otra bandera, atropellar la democracia es propugnar y apoyar la ocupación de las calles y espacios públicos al margen de la legalidad, léase 15M, atropellar la democracia es acudir a jalear a un juez corrupto y prevaricador mientras se insulta a las más altas instancias judiciales del país, como hacen sus dirigentes y compañeros de partida, y atropellar la democracia es que reaccionarios como usted, que está en el 36, pretendan acabar con la libertad de pensamiento, palabra y obra mientras han compadreado con sujetos de la peor calaña, como el caso de grupúsculo violento, separatista y filo etarra  “Regüelta”.

Como representante de una asociación que lleva a cabo “manifestaciones fascistas”  y “actos de ensalzamiento del fascismo y de sus caras amables”, me tomo muy en serio la amenaza de sus cachorrillos. Deben de aburrirse mucho y las ganas de trabajar deben ser más bien pocas, pero en la Asociación Cultural Alfonso I estamos dispuestos a debatir sobre cualquier aspecto político o histórico que a ustedes les pueda preocupar; quizá alguna de sus acémilas pueda ser aún recuperable para España.

Comprenderá que lecciones morales de quien presume de defender las actuaciones del abyecto gobierno frentepopulista setenta y cinco años después, no vamos a aceptar; los que  fomentan los tribunales populares, la anti Patria y las demás memeces a las que han tenido que agarrarse tras el estrepitoso fracaso del comunismo a nivel planetario, que diría la Pajín,  son el verdadero peligro para la democracia y la convivencia; los que pretenden amparar sus mentiras tras leyes arbitrarias, los que no tienen empacho en asesinar niños en el vientre materno y promover las mayores aberraciones imaginables como modelo de comportamiento, son el verdadero peligro social. Por tanto, más que la bandera de España lo que debería preocuparle es que delante de un colegio pudiera haber una sede de un partido político, máxime si es del suyo o del PSOE.

Por último una lección gratuita: la bandera que le quita el sueño es absoluta y acrisoladamente constitucional; dos franjas rojas horizontales y una güalda en el centro el doble de ancha. El escudo que sobre ella aparece no es el oficial, aunque lo fue hasta el año 81; pero el escudo viene regulado por Real Decreto y puede cambiarse según las circunstancias. Por tanto, constitucional pero no oficial. Frente a esto, la bandera que acompaña la mayoría de los actos de Izquierda Unida y que ondeaba en su sede de la calle Cisneros de Santander hasta que tuvieron que malvenderla por manirrotos y pésimos gestores, es manifiestamente inconstitucional porque representa un modelo de estado felizmente superado gracias al tesón de los españoles y al compromiso de su Ejército, que cumplió con su mandato legal. Comprendo que todo esto choca con sus consignas pero la realidad es la que es por mucho que se la oculte.

Y una segunda lección, también gratuita, el gobierno del Frente Popular amparó a las fuerzas desintegradoras nacionales, separatistas catalanes y vascos, abandonó el orden público permitiendo y fomentando asesinatos y destrucciones y persiguió a la oposición hasta el punto de asesinar a su jefe; ante este quebrantamiento sustancial de los compromisos constitucionales, el Ejército hizo cumplimiento de la Ley Constitutiva de 1878, en vigor entonces, que le facultaba para defender a la Patria de enemigos interiores y exteriores. Asimismo, su Ley Orgánica de 1889 le obligaba a garantizar la independencia e integridad de la Patria. Por tanto, todo escrupulosamente dentro de la ley por más que ustedes, por ignorancia, mala fe o ambas cosas, se empeñen en otras cosas más acordes con su talibanismo.

Sin más, rogándole que no pierda su precioso tiempo en cosas que obviamente desconoce y lo emplee en sacar adelante su ayuntamiento, que buena falta le hace, se despide éste que se considera ciudadano libre, buena persona, amante y estudioso de nuestra historia y español por encima de todo y, por tanto, en su estrecha mente, fascista

SINFORIANO BEZANILLA.
Presidente de la Asociación Cultural Alfonso I de Cantabria.

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