No queremos que sea ésta una mera crónica de lo acaecido la pasada semana durante la jornada GALERNA 2015 sino una reflexión. Si este año el tema tratado era la necesidad de conocer nuestra historia sin manipulaciones, sin invenciones y sin trucos, el cartel no podía ser más apropiado y de mayor calidad.
No vamos a descubrir ahora a Pío Moa, sus libros se cuentan entre los más vendidos a pesar del absoluto silencio al que se ve sometido por parte de los distintos medios de comunicación. En esta ocasión presentaba su última obra, “Los mitos del franquismo”. En ella desmonta de manera inapelable la falsa historiografía que alrededor de la figura del que fuera Jefe del Estado y sus gobiernos ha montado la izquierda impúdica y ha asumido la derecha cobarde. La persecución a la que el autor viene siendo sometido no hace mella en él y ya está preparando nuevos trabajos.
Fernando Paz es una persona a la que hay que escuchar y de la que se puede aprender mucho. Por supuesto es otro apestado de los medios no acostumbrados a la verdad desnuda y sin retóricas. La manipulación que de la verdad histórica han hecho y hacen los distintos gobiernos en la actualidad, siendo los llamados democráticos los campeones de la manipulación, exige que la parte sana de nuestra sociedad no sólo no baje la guardia sino que multiplique sus esfuerzos y no repare en sacrificios para evitar que ese desconocimiento fruto de años de manipulación no nos haga repetir errores pasados cuyo alcance no podemos menospreciar.
Alfonso Arteseros es un personaje especial, amante de lo que hace, documentalista de enorme calidad y mejor persona, posee un archivo fílmico impresionante fruto de su propio trabajo y de donaciones de particulares. Este archivo es sin duda una joya de nuestro patrimonio que reflejan la vida y los hechos acaecidos en España durante el pasado siglo, sin trucajes, sin efectos, la vida como fue. La nómina de personajes que compartieron con Alfonso su tiempo es enorme y abarcan todos los aspectos de la vida de un país, el nuestro, tan corrompido hoy y tan “desmemoriado”. Las imágenes de Arteseros no casan con la visión que de aquellos tiempos le han inculcado a las nuevas generaciones, por eso Alfonso no es persona grata de determinada prensa y de determinados políticos. Alfonso Arteseros ama su profesión y su trabajo, por eso cuando hace una entrevista muestra la misma consideración y respeto si el entrevistado es Enrique Líster o Blas Piñar, Santiago Carrillo o Pepe Utrera Molina, Serrano Suñer o Curro Savoy.
España está necesitada de personas como Moa, como Arteseros, como Paz y anda sobrada de politiquillos de medio pelo, de profesionales de la mediocridad y de auténticos ayunos morales; deber nuestro es hacer que puedan llegar al máximo número de personas y así lo ha hecho la Asociación Alfonso I. Quienes los vieron en vivo lo saben, quienes no lo hicieron podrán verlo en breve
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