Recientemente, grupos marginales de izquierda al alimón con PSOE, comunistas de Podemos y los innobles ejercientes del oficio de mamporreros, del PRC ensuciaron la pared interior del Archivo-Biblioteca Regional sito en el antiguo edificio de Tabacalera. Este lugar sirvió antaño de centro de detención de delincuentes frentepopulistas finalizada la guerra civil.
Hoy, con horror, podemos contemplar una placa que clama por el “honor” de aquellos sujetos, causantes muchos de ellos de las más de mil víctimas que las autoridades socialistas, anarquistas u comunistas causaron entre la población inocente montañesa.
Los profesionales del odio, los hambrientos de sangre y tortura, van perfilando su proyecto, primero hacer desaparecer cualquier referencia a las verdaderas víctimas para, a continuación, exaltar a sus asesinos. Ahora, aquellas hienas se ven promocionadas nada menos que por el Gobierno Regional, con Revilla a la cabeza, en nombre de todos, descendientes de aquellas víctimas de la infamia incluidos.
Pero, a pesar de que lo que verdaderamente interesa a los ciudadanos sea el negro presente y peor futuro que estos desalmados les están forjando, no podemos dejar de lado este repugnante ataque a la verdad histórica y a la justicia humana, por ello hemos recordado a pie de obre que algunos sí hemos superado el pasado pero no transigimos con la mentira y la injusticia.
El honor, para los inocentes de Jesús del Monte, del Alfonso Pérez, del faro de Cabo Mayor, de la bahía santanderina o de Peñas Negras: para los otros, para los asesinos, la justicia humana primero y la divina después.
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