Ayer, Víctor Laínez, falleció en Zaragoza tras recibir días antes una brutal paliza por parte de un miembro de grupos de extrema izquierda. El motivo, llevar unos tirantes con los colores de la bandera de España.
El detenido como presunto asesino, es Rodrigo Lanza, chileno que ya pasó por la cárcel después de haber dejado tetrapléjico a un Guardia Urbano de una pedrada durante el desalojo de una casa okupa en Barcelona.
La muerte de Víctor, de 55 años, lejos de ser un hecho aislado, es un caso más a sumar a las decenas de agresiones y ataques por todos los rincones de España a personas que portaban alguna prenda con los colores de la bandera nacional.
Habitualmente, estas noticias son silenciadas en los medios de comunicación, mostrando el Sistema cierta complicidad con este tipo de agresiones, que no duda incluso en cederles locales o instalaciones municipales o universitarias para la organización de sus actividades.
Exigimos la ilegalización de estos grupos organizados que fomentan el odio contra todo aquel que no se avergüenza de ser español, y que en Santander también existen.
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