Con los trabajadores de Sniace

El pasado viernes, la Asociación Cutural Alfonso I tenía una cita ineludible en la ciudad de Torrelavega y no era otra que, mostrar nuestro apoyo a los trabajadores de Sniace, una de las fábricas más importantes de Cantabria, ante el ERE planteado, por la misma a más del 60% de su plantilla (unos 330 trabajadores). Allí estuvimos, donde se dieron cita afectados y familias de estos junto a varios miles de ciudadanos, que quisieron hacer frente a una adversidad climática para dar un golpe sobre la mesa y plantarse ante una mayor. La marcha se desarrolló a pie entre la ubicación de la misma y el ayuntamiento de dicha ciudad, entre pancartas, lemas y petardos que, acompañaron a la preocupación e indignación de un pueblo cada vez más hastiado de las políticas que agudizan la más rápida destrucción de empleo y desmantelamiento del poco tejido industrial  que hoy en día queda en este país.

Hemos de mencionar, que la empresa hizo una inversión recientemente y que asciende nada más y nada menos que a unos 25 millones de euros  en una depuradora, la cual es la mayor de España. Sumando a esta el resto realizadas durante estos últimos años; hacen un total de 100 millones de euros. Es cierto que se cometieron irregularidades en el pasado, pero no lo es menos, que han sabido poner de su parte para afrontar el problema y ofrecer soluciones para seguir siendo viables. No podemos tolerar, que de golpe y porrazo más de 330 familias, y lo que va aún más allá, la de tantas que dependen del trabajo en grandes fábricas, se vean en la miseria más absoluta por las vergonzosas medidas tomadas por unos políticos ineficaces, con graves carencias y subrogados a la soberanía de Bruselas. 

Analizando el tan conocido "céntimo verde", llegaremos a una conclusión rápida; "el timo de la estampita". ¿Qué es el "céntimo verde"? Tan simple es definirlo, como que es un impuesto que se aplicará a las centrales de producción. Un impuesto que supone un incremento del 10% en el consumo a lo que hay que añadir el 6% del impuesto general, con lo que nos queda una suma total del 16% más de gravamen. Como en todo, existen grandes beneficiados que con la complicidad de los gobiernos turnistas salen en esto muy bien parados, son las grandes centrales hidroeléctricas. ¿Adivinan en que empresas (entre otras) acaban como consejeros nuestros gobernantes?

Se supone que todos estos paquetes de medidas tendrán como objetivo compensar un déficit que se produce con las actuales tasas, y que esperan recaudar para ello unos 2500 millones de euros. El problema no acaba ahí, esta subida será solo el comienzo de otras posteriores auspiciadas por el incremento de la producción energética de la industria "Timosolar". Y es que, si no se toman medidas contra el espejismo solar será muy complicado afrontar otras soluciones que asumirán las grande compañías y no son otras que: 

1- Asumir los impuestos que entrasen en vigor por parte de las compañías, con lo que estas, verían como sus ingresos habrían languidecido enormemente.

2- Subir las tasas que se verán reflejadas en los recibos.

Creemos que queda claro cuál de las dos opciones será la puesta en marcha. Las grandes compañías nos quieren hacer creer que existe un mercado de competencia, cuando nada más lejos de la realidad. Las tres grandes empresas controlan el mercado nacional, se coordinan para continuar con su monopolio y sangría trapera mientras su imperio mafioso es más fuerte aún que ayer. Estamos sin dilación ante un mercado de no competencia (entre las grandes empresas que nombramos y que debe ampliar a otros sectores), creado por los grandes partidos y puesto en marcha por el "señor" Aznar, el cual bajo las palabras: "el precio del suministro eléctrico bajará" (no ha bajado, si no que estamos ante las tasa más alta de los países miembros de la UE), defendió la privatización de lo que hasta ese momento era una competencia del Estado. Quince años después, el precio del suministro ha subido de forma increíble y se haya generado un déficit tarifario por encima de los 20. 000 millones de euros. Es decir; el Estado adeuda más de 20.000 millones de euros a las empresas productoras a las cuales, para más inri, se le entregó unas indemnizaciones que facilitasen su liberalización. Esto es algo, que evidentemente no hicieron los grandes potencias, dejar en manos de la empresa privada, algo tan importante y que requiere de un control necesario para la explotación más óptima de sus recursos.

No nos queremos olvidar y a propósito del "quid" de la cuestión y principal generador del problema, que mientras se imponen estos impuestos, en el año 2011 se han destinado 3.000 millones de euros a subvenciones para la industria solar,  siendo esta una inversión pésima y ruinosa que no responde si no al beneficio de los promotores en detrimento del resto de españoles.

Las medidas de forma directa que han de tomarse y sin demora para al menos paliar de forma preventiva tan delicado momento en cuanto al tema energético, son:

1- Cortar de raíz el 10% del impuesto que supone el céntimo verde, y que pretenden camuflar llamándolo así para hacer creer que solo se trata de una pequeña limosna.

2- Suspender inmediatamente las primas o subvenciones que reciben las energías termosolares y fotovoltaicas y que no son mas que un mero gasto absurdo encauzado a engordar las carteras de unos pocos.

Posteriormente a los dos puntos propuestos, España ha de retomar lo que nunca debió dejar en manos de empresas privadas, el control estatal del suministro energético  Solo así estaremos en disposición real de no perder nuestro tejido empresarial con determinación y no vendidos a los libres mercados. Consentir esto implicará un ahogamiento cada vez mayor (en proporción a la subida de tasas que irán imponiendo paulatinamente), la pérdida de la poca industria que nos queda y lo que es peor aún; poco futuro si como quieren, sigamos siendo la sombrilla y la hamaca de borrachera barata para el resto de Europa.

Como dejar pasar la ocasión para decir a Ignacio Diego que él y su partido han sido los impulsores máximos de la situación actual y que el dichoso céntimo verde es el resultado de unas políticas desastrosas, por lo tanto culpables directos de lo anteriormente expuesto. Al PSOE que ahora se intenta lavar las manos, ellos también han sido cómplices de ello porque una vez siendo el partido gobernante, no han tomado medidas en el asunto para paliar tan complejo problema.

¡Defiende nuestro tejido industrial!