En estas fechas tan importantes para los estudiantes universitarios, desgraciadamente es noticia el cierre de la Biblioteca Central de Santander. Según declaraciones del alcalde de la ciudad, la solución no pasa por abrir los sábados por la tarde y los domingos. Argumenta que no lo es, debido a que la universidad cuenta con mas de 10.000 alumnos matriculados y las plazas de la biblioteca no supera las 150 plazas. Como solución al problema, oferta abrir clases de las facultades alegando que tienen capacidad para 150 personas.
La A.C. Alfonso I piensa que:
La juventud cántabra y su formación son los principales pilares sobre los que sustentar un futuro digno para la región. Facilitar el estudio en unas condiciones óptimas supondrá una cobertura acorde a los resultados que esperamos y, porque no decirlo, necesitamos. Unas mesas y unos pupitres no reúnen los requisitos más propicios para un estudio adecuado. No podemos mirar a otro lado y cuando no queda otra poner parches como remedio. Suponemos que los famosos recortes, palabra que siempre tienden a evitar, han influido a la hora de tomar decisiones y, como no, evitarnos así unos gastos de mantenimiento y sueldos del personal necesario para abrir. Resulta sorprendente que a estas alturas no se den cuenta de que invertir en I+D y educación es fundamental, el desarrollo de un país depende en gran medida de continuar con esas políticas y no las del tijeretazo fácil para lo que conlleva el famoso "pan para hoy y hambre para mañana".
Mantenerla abierta no es sólo vital para apoyar a los jóvenes, principales valedores de un futuro próspero, para mantener el mayor patrimonio que posee un pueblo, el conocimiento. Lo que a priori sale barato, saldrá bien caro a la sociedad actual. Apostemos por una mayor calidad en la oferta a la ciudadanía en términos de educación y no asumamos postulados simplistas que echan por tierra el trabajo de años. De hacerlo así; recuperar el ritmo en avances y volver a estar a la altura en desarrollo tecnológico en y en competitividad, nos va a suponer mucho más de lo que reportan los dichosos recortes.
Instamos desde nuestra Asociación a la reflexión, a que recapaciten las autoridades pertinentes y podamos llegar a acuerdos que supongan una solución eficiente a una demanda que no debiera existir como tal. Se necesita apuntalar bien las bases para poder ofrecer un porvenir más esperanzador que el que, por desgracia, sólo alcanzamos a atisbar en estos momentos.
Desde A.C Alfonso I queremos transmitir a esos miles de cántabros: mucha suerte y ánimo en los exámenes.
La A.C. Alfonso I piensa que:
La juventud cántabra y su formación son los principales pilares sobre los que sustentar un futuro digno para la región. Facilitar el estudio en unas condiciones óptimas supondrá una cobertura acorde a los resultados que esperamos y, porque no decirlo, necesitamos. Unas mesas y unos pupitres no reúnen los requisitos más propicios para un estudio adecuado. No podemos mirar a otro lado y cuando no queda otra poner parches como remedio. Suponemos que los famosos recortes, palabra que siempre tienden a evitar, han influido a la hora de tomar decisiones y, como no, evitarnos así unos gastos de mantenimiento y sueldos del personal necesario para abrir. Resulta sorprendente que a estas alturas no se den cuenta de que invertir en I+D y educación es fundamental, el desarrollo de un país depende en gran medida de continuar con esas políticas y no las del tijeretazo fácil para lo que conlleva el famoso "pan para hoy y hambre para mañana".
Mantenerla abierta no es sólo vital para apoyar a los jóvenes, principales valedores de un futuro próspero, para mantener el mayor patrimonio que posee un pueblo, el conocimiento. Lo que a priori sale barato, saldrá bien caro a la sociedad actual. Apostemos por una mayor calidad en la oferta a la ciudadanía en términos de educación y no asumamos postulados simplistas que echan por tierra el trabajo de años. De hacerlo así; recuperar el ritmo en avances y volver a estar a la altura en desarrollo tecnológico en y en competitividad, nos va a suponer mucho más de lo que reportan los dichosos recortes.
Instamos desde nuestra Asociación a la reflexión, a que recapaciten las autoridades pertinentes y podamos llegar a acuerdos que supongan una solución eficiente a una demanda que no debiera existir como tal. Se necesita apuntalar bien las bases para poder ofrecer un porvenir más esperanzador que el que, por desgracia, sólo alcanzamos a atisbar en estos momentos.
Desde A.C Alfonso I queremos transmitir a esos miles de cántabros: mucha suerte y ánimo en los exámenes.
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