Velarde y los mercaderes del templo

Desgraciadamente el saber ocupa lugar en la actualidad, mejor dicho, bastante poco lugar. El conocimiento y comprensión de la historia, de los hechos históricos, es algo vital para el desarrollo de los pueblos y, sin embargo, en las últimas décadas lo que se ha inducido es a lo contrario. La historia, la verdadera historia, viene siendo ocultada, disimulada, prostituida de manera que en la época de la información si por algo se distingue al ser humano en general y al españolito en particular es por su absoluta ignorancia en materia histórica, una ignorancia sólo comparable a su soberbia para discrepar sobre lo que sea a pesar de que su conocimiento no pase de dos o tres lugares comunes.

 

Viene esto al caso porque parece estar poniéndose de moda utilizar un hecho o personaje histórico para montar alrededor un aquelarre consumista en el que la causa del evento pasa a ser mera anécdota.

 

Todo comenzó con la patochada de Los Corrales y sus parodias de romanos. Lo que empezó como un pequeño pasacalles creció desmesuradamente al calor de avispados comerciantes que vieron un lucrativo negocio. Pues bien, a la sombra de los legionarios romanos han dado a luz en el municipio de Camargo otra mascarada folclórico-festiva a mayor gloria del héroe del 2 de mayo, el capitán de Artillería Pedro Velarde.

 

Este año ha sido el segundo de lo que sin duda continuará en los próximos años, una feria a modo de mercadillo medieval de De la Serna, donde la historia y el héroe serán meras excusas. No decimos esto por decir, no, es que simplemente contrastan los 15.000 asistentes que acuden a ver el ya cansino número de la cetrería o la supuesta recreación histórica entre gabachos y guerrilleros con los apenas 300 que acuden al acto en memoria del héroe, autoridades y profesionales del canapé incluidos. Y no digamos de las aberraciones de los numeritos musicales, las acrobacias a caballo, el lamentable espectáculo titulado “Pedro vive”, los coros y danzas locales dirigidos por el gran farsante que es el tal Edy Asenjo o el inevitable numerito folk de la mano de Naheba en sustitución de Luétiga.

 

Resumiendo, a las hazañas de un soldado español, jornadas lúdico-festivas. Ante el sacrificio por la Patria, las palabras huecas del señor Alcalde Movellán, nada que ver con aquel de Móstoles, que invita a luchar como lo hizo Velarde ”contra un enemigo menos visible pero igual de amenazante como es la crisis”. Semejante simpleza sólo puede venir de un alcalde del PP. Velarde, como artillero que era, luchaba con cañones contra los enemigos de la Patria, por tanto si tuviésemos que pelear como él apuntaríamos nuestras piezas contra Movellán y sus colegas, correligionarios o no, porque ellos son la crisis. Y no paró ahí el regidor, habló de referentes, de las dificultades en hogares y negocios, de futuro, de libertad, de bienestar, de seguridad y del legado de nuestros padres, relacionándolo por medio de triple salto mortal con un señor que en Madrid le dio lo suyo a los franceses que vinieron a usurpar nuestra independencia y a acabar con nuestra tradición católica en aras del descreimiento que traía consigo la Ilustración, tan despreciable como ajena pero que a pesar de ser derrotada totalmente en los campos de batalla resultó vencedora en el campo de la política gracias a los peperos y demás demócratas de toda la vida de la época, los traidores tienen perfiles eternos, que aprobaron una constitución que contradecía todo aquello por lo que tantos lucharon y murieron.

 

Al final tuvo que ser la Consejera de Presidencia, Leticia Díaz, la que arrojó luz sobre todo el asunto cuando en su intervención dio las gracias al gremio de hostelería. Y es que para montar un sarao y un mercadillo no hace falta tanta comedia. No tardará en salir otro municipio que con la excusa de que allí nació Fulano o Zutano monten fiesta en su propio carnaval y así podremos enlazar unos con otros y estar de fiesta permanente y a la historia, a la historia que la vayan dando.