martes, 10 de septiembre de 2013

España en guerra

 

Triste, patético y bochornoso. España una vez más en su grotesco papel de mamporreros de yanquis, franceses y piratas ingleses. Para eso hemos quedado. Los americanos, cuya economía está basada ya casi exclusivamente en la guerra han optado por una nueva vía, la de que sean sus fuerzas “irregulares” las que combatan en suelo enemigo para ellos. Se entrena y pertrecha a terroristas de toda laya y condición para que hagan la tarea sucia y cuando no son capaces de llevarla adelante se desata el infierno desde la comodidad del portaaviones, de la fragata o del submarino de turno para anular la capacidad bélica del estado víctima y devolver  la iniciativa a la recua de asesinos que componen esas supuestas fuerzas de liberación, capaces de las mayores aberraciones que ser humano pueda imaginar. En esta tesitura, las fuerzas regulares americanas se ven en la obligación de ayudar a Al Qaeda, su más provechoso invento, y a la demás turba de criminales que van siendo derrotados sin prisa pero sin pausa. La excusa una ridícula historia de uso de agentes químicos, de la que no hay ninguna prueba fehaciente y que de existir tiene todos los visos de haber sido llevada a cabo por los propios servicios secretos americanos, bien directamente o a través de sus aliados en la zona, Israel, Arabia Saudí o Qatar. Como apuntó el propio presidente ruso, carece de sentido que cuando van ganando la guerra, las autoridades sirias se dediquen a gasear unas cuantas mujeres y niños. La excusa es lo de menos, sólo es maquillaje para darle buena apariencia al cadáver.

Lo que han cambiado los tiempos, cuando Nixon visitó España para intentar embarcarnos en la aventura de Vietnam, recibió del entonces Jefe del Estado una negativa, además del consejo de que aquella era una guerra que los USA tenían perdida, como así fue. Hoy basta el chasquear de dedos del inquilino de la Casa Blanca para que nuestro gobierno  pequeñito, enano, salte y haga el pino con las orejas. Nada que ver con la democracia, nada que ver con los Derechos Humanos, nada que ver con la dignidad de las personas y la independencia de las naciones;  sólo sumisión perruna a quien organiza, mantiene y protege al terrorismo internacional que masacra a los cristianos allí donde los encuentra, que arruina naciones allí donde se le indica. A Mariano Rajoy le ha venido Dios a ver con el apoyo de los socialistas españoles a lo que diga su colega franchute. No habrá pues, presiones de paniaguados titiriteros ni cartelitos del “No a la guerra”. Ante tamaño desafuero, el gobierno español, formado por personas totalmente ayunas en materia histórica, no se le ha ocurrido otra cosa que mandar a tan bajuna acción a la Fragata F-103, “Blas de Lezo”. Es de tal grosería enviar a compadrear con los británicos al buque que ostenta el nombre del heroico marino guipuzcoano que consumió su vida y su cuerpo dándoles la del pulpo a los filibusteros de su poco graciosa majestad que se hace difícil soportar tanto bochorno. Con lo bien que habrían quedado mandando la F-102 “Don Juan de Borbón”.

Que después de tantos años de paz hayan tenido que venir los demócratas a mantenernos en guerra permanentemente es para que la gente se parase a reflexionar.

Moroto

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