lunes, 30 de abril de 2012

Cuando el sol no se ponía en nuestro imperio...


Tal día como hoy, en 1492, se llevaba a cabo un acto que, unos meses después, catapultarían a España hacia la hegemonía de Europa, del mundo por aquel entonces.
Ocurría el 30 de Abril de 1492, cuando los reyes Católicos entregaban a Colón la Carta de Merced, por la que se otorgaba el título de Virrey y Gobernador a Colón de todos los territorios que descubriera.
Todo este entramado, el viaje, los preparativos del mismo y finalmente el descubrimiento, tienen que ser explicados junto a los antecedentes, el contexto histórico y las ideas reinantes en la época....
La idea generalizada en aquellos tiempos era, como todo el mundo sabe, que el mundo era plano, que tras el océano atlántico no había más que un abismo. Esta idea fue criticada por muchos pensadores, marineros de la época; pero lo más importante es que esa idea fue atacada por Colón. Colón se basó en la obra de Ymago Mundi de Pierre d’Ailly, que a su vez se basaba en Ptolomeo, dónde había llegado a la conclusión que la tierra era una esfera. También la lectura de obras de grandes autores como Aristóteles, Séneca, Plinio, Marco Polo... que afirmaban que la tierra era necesariamente esférica, contribuyeron al viaje de Colón.
En cuanto al medio de transporte más óptimo para llevar a cabo el viaje, hay que indicar que en la época existían dos tipos de barcos, los veleros y las galeras.Para adentrarse en el Océano se necesitaba hacer una navegación de altura, es decir, basándose ya no por la línea de costa sino según la posición de los astros, que requería una embarcación resistente al fuerte oleaje, requería estudiar las condiciones físicas del mar, los vientos y las corrientes para aprovecharlas y marcar las rutas más favorables, así como también convenía desarrollar instrumentos que permitiesen orientarse en medio del mar y localizar con la mayor precisión las tierras descubiertas para asegurar sin riesgo el regreso.
Así, la embarcación que se utilizó fue la carabela, un velero largo, de ahí su velocidad y manejabilidad, con un gran desarrollo del velamen, aumentando los mástiles y empleando indistintamente la vela cuadrada o latina, ganando así fuerza motriz y capacidad de maniobra.
Teniendo la idea y el medio de transporte, faltaba el patrocinador, alguien que se hiciera cargo de los costes de la empresa de las indias, como era conocido este viaje. En un primer momento, Colón lo intentaba con la corte Portuguesa, dónde se burlaron de él y le tomaron por un loco. Posteriormente fue a parar a la corte Española. La monarquía Española, inmersa en la Reconquista, no podía hacer frente a una guerra y a la vez financiar una expedición a las indias.
Con la toma de Granada, el 2 de Enero de 1492,  Colón fue llamado por los monarcas Españoles para empezar las negociaciones. Hay que destacar que esta segunda reunión fue propiciada por el fray Juan Pérez, que creyó desde un principio en la idea de Colón, y que escribió a Isabel la Católica intentándola convencer de que esta reunión se produjera, cosa que finalmente consiguió.
A partir de esta segunda reunión surgieron varios conflictos, sobre todo por las pretensiones que Colón quería conseguir para sí mismo. Tal fue la tensión, que en un momento dado estuvo a punto de marcharse hasta Francia.
Finalmente el 17 de Abril de 1492, con la firma de las Capitulaciones de Santa Fe, se llegó al acuerdo entre la monarquía Española y Colón, reconociendo las siguientes pretensiones de Colón:
- El cargo vitalicio, hereditario y perpetuo, de Almirante de la Mar Océana en todas las islas y tierras firmes que se descubrieran o ganaran.
- El título de Virrey y Gobernador General de los mismos territorios, con el derecho de proponer ternas a los reyes para los cargos oficiales.
- La décima parte de todas las ganancias de todas las mercaderías, independientemente el modo en que se obtuviesen
- Se reservaba el derecho indefinido de legislar y ser juez en las nuevas tierras, o en su defecto su lugarteniente.
- Se concede el derecho a contribuir, si así lo desea, en una octava parte de los gastos de cualquier armada, recibiendo a cambio la octava parte de los beneficios.
Pero sin duda, los actos más importantes se llevaron a cabo el 30 de Abril de 1492, en los que los soberanos firmaron en Granada una serie de documentos para preparar la expedición a las Indias: una carta-merced, que confirmaba los cargos concedidos a Colón en las Capitulaciones del 17 de abril y le permitía usar el “don”; un pasaporte o carta credencial, redactado en latín, para los monarcas asiáticos con los que entraría en contacto y cinco reales provisiones para la preparación de la empresa.
Todo estaba en marcha para que el 3 de agosto partiera la expedición del puerto de Palos...
                                                                                                                                                    Centauro

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