Últimamente las actuaciones de Nacho Diego están sorprendiendo a la gran mayoría de la población, incluso a sus adeptos. Y es que tras hacer el ridículo en Sniace respondiendo en un tono jocoso a la pregunta lapidaria de un obrero: "Sí, sí... A eso he venido a reírme", le tocó el turno a Sierrallana.
Allí el presidente de Cantabria hizo gala de lo que es, un vulgar chulo de playa a quien el puesto le queda demasiado grande: perdiendo los papeles y rodeado de sus guardaespaldas arrancaba carteles, suponemos que en contra de centralizar los laboratorios analíticos a Valdecilla mientras caminaba rápido por los pasillos con aires de grandeza.
No seremos nosotros quienes critiquen la política popular en Cantabria puesto que las cifras del paro, las chapuzas como el céntimo verde, las obras de Valdecilla o Cantur hablan por sí solas.
Pero sí que pedimos una cosa: RESPETO. Respeto a los cientos de trabajadores que están a punto de perder su empleo en la Comarca del Besaya y tantos y tantos otros que indirectamente lo perderán pues dependían en gran medida de Sniace (transportistas, proveedores de materia prima, etc)., respeto al personal de los hospitales (que en su día te trató con toda la profesionalidad del mundo) y respeto a los ciudadanos de Cantabria; los cuales estamos hastiados de presidentes decadentes, de borrachos folclóricos y de chulo-putas.
La gran mayoría de la población lo olvidará. Ten por seguro que nosotros no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario